LA DOBLE MORAL, EL DOBLE DISCURSO ES SIEMPRE UNA CONSTANTE EN LOS TEMAS DE INMIGRACIÓN E INTEGRACIÓN.
En toda la historia de la humanidad vemos como las personas y los grupos se mueven por el territorio, se expulsan unos a otros, se disputan la primacía de unos sobre otros pero siempre en nombre de razones poderosas, importantes, justas, divinas, bien maquilladas. Y aunque lo hagan en nombre de cualquier dios o de cualquier principio, la verdad es que son razones de poder, de economía y sobre todo de los intereses de pequeños grupos endiosados.
Hoy seguimos igual. Grandes discursos a favor de la inmigración, de la integración racial pero cuando esa integración hay que hacerla en barrios caros y bonitos, entonces no. Cuando esa integración es para pagar el mismo sueldo por la misma jornada de uno de los nuestros, entonces no. Cuando esa integración es para que tengan las mismas oportunidades y compartan los mismos espacios, entonces no. Pero lo peor es que cuando lo analizamos desde el otro lado pasa lo mismo. O sea que cuando la integración es para pagar los mismos impuestos, entonces no. Cuando la integración es para cumplir las mismas normas, entonces no. Cuando la integración es para defender los mismos derechos para hombres y mujeres, entonces no.
En España somos pioneros y comprometidos en políticas de integración. Hemos creado un alto nivel de concienciación sobre la igualdad. Se están invirtiendo muchos recursos públicos a favor del respeto a las diferencias. Y a pesar de ello todavía nos queda mucho por hacer. Y ésto no es tema solo de los gobiernos, es tema de la ciudadanía.
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