martes, 11 de julio de 2017

REFLEXIONES SOBRE LA GESTACIÓN SUBROGADA



Me sorprende que cuando escucho a una mujer hablar en contra de la maternidad subrogada, siempre se trate de las que tocan de oído. Cansan los discursos de hombres y mujeres que intentan abducir o tutorizar a otras mujeres. Queremos ser libres para tomar las decisiones que creamos oportunas, sea prestar nuestro vientre, sea para abortar, sea para elegir nuestra orientación sexual. Lo que debería ser responsabilidad y actuación de todas y todos los paternalistas y la Administración es garantizar que cualquiera que sea la decisión de las mujeres no se les criminalice y tengan garantías de seguridad jurídica, sanitaria y personal para poner en acción esas decisiones. Y me gustaría escuchar y comprobar esa gran pasión para defender el abuso del cuerpo de las mujeres cuando, por ejemplo,  trabajan limpiando o haciendo camas 12 horas, le pagan por 6 y le cotizan por 4. Porque trabajamos con el cuerpo, con el mismo cuerpo del que queremos disponer como creamos oportuno y por los motivos que creamos oportuno. Regularizar siempre es positivo pero siempre que no se trate de inmiscuirse y coartar. El que las mujeres sean libres tiene el riesgo de que se les dé por tomar decisiones sin consultarle ni con Dios ni con su padre. Pero ese riesgo es igual para hombres que para mujeres. Y al fin, la educación, la igualdad de oportunidades, la convivencia en libertad, la solidaridad serán los valores que orienten nuestra personalidad y que ejerzan de modo natural la conformación de nuestras decisiones. Pero no son las prohibiciones ni la criminalización lo que construye una sociedad libre, justa y solidaria. No estoy de acuerdo con ningún tipo de abuso o maltrato, pero coartar la libertad no poniendo los medios para su ejercicio o desprestigiando o metiendo miedo o criminalizando es una forma moderna y sibilina de maltrato y abuso.
Y no solo los ricos optan por este medio. También hay familias que con muchas ayudas,  sacrificios y ahorro de años llegan a lograrlo. Y que viven con angustia, incertidumbre y el estigma de algunos un proceso largo para llegar a buen puerto. Y que con seguridad serán padres y madres maravillosos que lucharan siempre por el bienestar de sus hijos e hijas y que comprenderán y ayudarán a otras personas y abrirán un camino que a la vuelta de unas décadas será tratado con el respeto y la dignidad que se merece.
He escuchado algunos comentarios respecto de que querer tener hijos no es un derecho sino un deseo como queriendo quitarle mérito o valor. Y yo creo que es más serio y más importante que eso “ES EL MÁS ALTO COMPROMISO CON LA HUMANIDAD, PORQUE ES EL ÚNICO MEDIO DEL QUE, POR AHORA, DISPONEMOS PARA PERPETUAR LA ESPECIE”. Necesitamos una sociedad donde haya muchos más niños que vivan alegres y felices,  así es que a luchar por ello.
Soy feminista, de izquierda y estoy en contra de todo tipo de maltrato. Pero sigo convencida de que las mujeres podemos y queremos ser libres y que no necesitamos que ejerzan presión sobre nosotras con el argumento de que nos quieren salvar de nuestra libertad y de tomar nuestras decisiones. Cuando en realidad lo que esta sociedad necesita son medidas, instrumentos, medios para que el ejercicio de nuestra libertad sea posible, seguro,  digno y se generalice aquí y fuera de aquí.
En otro momento os contaré lo que pienso de la adopción nacional e internacional y la mala organización y burocratización que al final los que la sufre son los niños sin una familia que los amen y los cuiden.

miércoles, 24 de mayo de 2017

PRIMARIAS DEL PSOE



Me han hecho gracia algunos análisis de las primarias del PSOE. Algunos periodistas lo han calificado de sorpresa. Y será sorpresa para los dirigentes del partido anclados en sus propios ombligos y en sus propios intereses. Sorpresa para algunos medios de comunicación y periodistas abducidos y pagados por esos mismos dirigentes. A la militancia no nos ha sorprendido porque hemos trabajado durante meses organizándonos desde abajo, sin ayuda del aparato, y superando toda clase de obstáculos. Hemos reflexionado y hemos pasado a la acción con objetivos muy claritos y muy firmes. Exigimos respeto. Exigimos que se cumplan los estatutos. Hemos demostrado que la mayoría somos libres, responsables, comprometidos. Y que con seguridad, cuando acabe el miedo impuesto por muchos dirigentes, seremos muchos más a la izquierda activa de nuestro partido. Sabemos que queda mucho por hacer, y estamos dispuestos a seguir trabajando. Sabemos que tenemos que vencer muchas resistencias que están sacando a relucir sobre todo en Andalucía. Pero somos pacientes y muy firmes en nuestras convicciones. Resistiremos.

domingo, 12 de febrero de 2017

REFLEXIÓN SOBRE LA POLÍTICA ACTUAL

He escuchado una reflexión esta mañana en la radio y creo que nos dibuja perfectamente la situación que los ciudadanos vivimos en este momento. "No tengo fe en los políticos, pero si en la política como acción de la colectividad para producir cambios y resolver los problemas. Por eso debemos mantenernos al margen de los favores de los mandatarios para poder hacer y decir lo que pensamos y necesitamos. Es la clave de la acción de la ciudadanía comprometida. Esa es la base de la democracia, incluso de la representativa para que no perviva la perversidad de los partidos políticos a la que estamos asistiendo".

viernes, 10 de febrero de 2017

DIADRIO EL PAIS. JORGE GALINDO.

Un partido más.


La paz en política no existe, sólo existe el equilibrio y la tregua

Pocas veces se le presenta a un partido ambicioso una oportunidad como la que se ha encontrado Podemos. La crisis socialista y su consiguiente caída en las encuestas parecía una invitación al golpe de gracia. La segunda en un año. Pero la desaprovecharían de nuevo, enzarzándose en su propia pelea intestina que culmina este fin de semana, y empujando así a votantes desencantados a la abstención en lugar de atraerlos a su espacio.
La lucha entre Errejón e Iglesias no es tan ideológica como estratégica. No pelean por qué política hacer, sino por cómo hacerla: el objetivo de ambos era y es superar al viejo socialismo, no pactar con él. Todo iba bien mientras el trabajo se limitaba a pescar en una nueva generación que no se sentía representada: una demanda política previa cuya existencia no era mérito de los líderes de Podemos. El problema vino al constatarse que dicha demanda no subía del 22%. ¿Qué hacer a partir de ese momento? ¿Ir de frente, con la vanguardia, o desplegar un ataque oblicuo? No hubo respuesta. O hubo demasiadas.

Un momento clave en la consolidación de cualquier organización llega cuando las expectativas chocan con la realidad, y toca asumir que el premio es menor del esperado. Es en ese instante cuando surgen desavenencias, parte natural de la vida de cualquier grupo político. Pero la cosa es distinta cuando éste no sólo es joven, sino que está fuertemente jerarquizado. En Podemos no batallan corrientes amplias y definidas, sino más bien élites internas que se toman el debate como un juego de suma cero: para que unos ganen, los otros deben perder.
La formación morada carece de un mecanismo de institucionalización del conflicto. No es capaz de facilitar pactos, repartir cuotas de poder. Aquello que aborrecen de sus rivales, pero que es útil para evitar que cada nueva crisis se convierta en una cuestión de vida o muerte. Con su supuesto anquilosamiento, los viejos partidos han superado más guerras internas de las que caben en esta columna. Porque la paz en política no existe, sólo existe el equilibrio y la tregua. Esa es la ventaja oculta de ser, sencillamente, un partido más.