A Romeva (Candidato catalán recién nombrado) le han inoculado un chip que regula su discurso y su actitud personal para hacer declaración de independencia unilateralmente antes de escuchar a la ciudadanía. “Vamos a por todas, ya no tenemos margen. Esto va en serio y todo el mundo tiene que entender que lo haremos”. Es más papista que el Papa intentando reafirmar su liderazgo recién nacido a través de grandilocuencias. Pero el cumplimiento de la ley es para todos y cada una de los ciudadanos y yo agrego que lo es más para quienes están en el ejercicio de cualquier función pública (sean políticos o funcionarios) porque sus comportamientos son ejemplarizantes.
Expresiones como “va en serio”, ¿es qué lo anterior ha sido un puro cachondeo? La utilización de los sentimientos de identidad de los pueblos en beneficio de intereses políticos partidarios que contribuyen a conseguir ideario de partido y liderazgo de sus dirigentes suelen ser los verdaderos sustratos de algunos partidos que se apuntan a representar a los ciudadanos. El Presidente Mas, deslumbrado por la multitudinaria manifestación catalana por la independencia, comenzó a abanderar ese movimiento y a utilizarlo para conseguir el apoyo en unas elecciones que no obtuvo finalmente. Y ahora, la desesperación, los lleva a plantear perversidades tales como que en la lista electoral no vayan políticos. Como si eso fuera una garantía extra, como si no pasaran a serlo justo en el momento en que son elegidos y como que se prefije que el futuro presidente será el Sr. Mas.
No son serios ni creíbles. La división territorial diferente de España, o un nuevo sistema de convivencia deben ser decisiones de todos los españoles.
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