martes, 14 de julio de 2015

NO PERMITAMOS EL EXPOLIO DEL PATRIMONIO PÚBLICO NI SIQUIERA EN NOMBRE DE DIOS


Decía un sabio anónimo de siglos muy lejanos que “NINGÚN DIOS NECESITA CATEDRALES PORQUE HABITA EN TU ALMA”. Algunos no practican ni ejemplarizan esta sabiduría.
NO ROBARÁS es el 7º mandamiento y NO CODICIARÁS LOS BIENES AJENOS es el 10º Y son de obligado cumplimiento para los católicos pero también para la jerarquía de la Iglesia Católica. Y entran los matices del comportamiento en las obligaciones, por ejemplo: Aprovecharse del descuido, de la ignorancia o de la desidia de algunos no es excusa para apropiarse de sus bienes. Por tanto no tiene ninguna justificación que usando argucias legales, subterfugios administrativos, o lentitud confiada de la Administración, la Iglesia se apropie de bienes culturales y patrimoniales públicos como la Mezquita y una larga lista que sorprende y alarma a la ciudadanía por la nocturnidad y alevosía. Pero es más alevoso todavía porque expolian el patrimonio público y no contribuyen al mantenimiento del bien y del entorno, no pagan IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles que todos pagamos, hasta los más pobres, por nuestras propiedades) y obligan a las Administraciones a subvencionar la restauración de los mismos.
Sé que hay formas de cambiar esta situación pero sería necesario que se comprometan firmemente las Administraciones y los mandatarios públicos a que no sigan produciéndose estos desmanes y que los que se han producido se reviertan a lo público. Pero también nos tenemos que implicar los ciudadanos sin importar la religión que se profese. Ese patrimonio es de todos y es con los impuestos de todos como se mantienen, restauran, se les da contenido y contribuyen a la creación de riqueza y de empleo convirtiéndolos en recursos culturales y turísticos.

Esta situación no solo es injusta sino incomprensible para la ciudadanía. ¿Os imagináis cuánto tardaría la autoridad competente en desalojar a todos los vecinos y vecinas de Córdoba que aduciendo que la Mezquita es de ellos se quedan con la propiedad y con sus ganancias? ¿Y cómo es que ahora es tan complicado, difícil, imposible que esa misma autoridad competente pise el acelerador para recuperar lo que es de todos?

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