En el Pleno Ordinario de Vélez-Málaga nos enteramos, por su boca, cómo enchufa Bonilla. Él mismo delató el procedimiento, aunque seguramente faltando a su promesa de que de su boca no saldría. Dijo públicamente que una extrabajadora de APTA le vino con un cuento, chisme, intriga (empleo estos términos porque las denuncias con pruebas se llevan al juzgado) y él que es adicto a estos manejos se quedó con el cuento y con la mensajera y la contrató por unos meses en la oficina de turismo.
Quiero suponer que la moral relajada de esa persona estaba más motivada por el despecho, por la desesperación de no tener trabajo, etc., etc. y fue aprovechada por Bonilla que carece de escrúpulos y a todos y todas usa y tira según su conveniencia. Pero ya somos muchos los que ni nos da miedo, ni tiene autoridad moral, ni credibilidad ante nosotros. Tanto él como sus concejales usan la estrategia del ataque personal cuando carecen de argumentos sólidos para fundamentar sus caprichos. Pongo como ejemplo el ataque a mi persona porque hablé bien de APTA, con argumentos y con conocimiento. Me siento orgullosa de haber participado tan activamente en ese proyecto comarcal porque responde a mi convencimiento y conocimientos del tema turístico. Yo si he aportado mi granito de arena para conseguir que Axarquía sea un destino turístico singular dentro de
Lo grave de todo esto es el daño que le está haciendo a esta ciudad, la está aislado como hizo Franco con España, está encerrando a Vélez-Málaga en una espiral de debilidad y de alejamiento de la vocación histórica de liderar un territorio potente como
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