El escrache es un
tipo de manifestación en la que un grupo se dirige al
domicilio o lugar de trabajo de alguien a quien se quiere denunciar
o ante quien se quiere denunciar algún tema. Es un método de protesta basado en
la acción directa, que tiene como fin que las reivindicaciones
sean conocidas por la opinión pública y avergüence al responsable. Algún
Tribunal ya ha manifestado que es una forma de libertad de expresión. Hasta ahí todos de acuerdo. Al fin y al cabo
es hacer más patente la reivindicación ante quien se considera el responsable.
Y hacerlo en un ámbito en el que le cause más preocupación para lograr más atención y pronta solución. Pero también
es verdad que se utiliza cuando se ven agotadas todas las vías convencionales, escritos,
entrevistas, manifestaciones, huelgas, encierros, etc. Y sobre todo hay un tema
principal que se debe tener muy en cuenta si no se quieren perder las razones
NO GENERAR VIOLENCIA, NI AGRESIONES.
El PP ha
denunciado, criminalizado, mandado las fuerzas públicas de seguridad, detenido
e instrumentalizado los escarches que han sufrido sus dirigentes. Sin embargo
cuando ellos se lo hacen a la
Presidenta de Andalucía es un acto de justicia porque no son
recibidos cuando estaban protagonizando un encierro. Lo lógico es que cuando
terminen el encierro pidan un encuentro con la Sra. Presidenta y seguramente
serían atendidos y recibirían todas las explicaciones sobre los temas, pero
claro, no saldrían durante días en los medios de comunicación.
El PP no termina de
entender tres cosas:
1º No se les puede
hacer a los demás lo que no quieres que te hagan a ti.
2º El
comportamiento de los políticos es ejemplarizante y a partir de hoy el PP ha
perdido toda autoridad para decirle a la ciudadanía que no hagan escarches.
3º Las deudas en la Administración son
una cadena que termina ahogando al último eslabón. Pero hay que saber dónde empiezan y
por qué.
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