No es lo mismo cortar que recortar. Porque recortar
es cortar una vez, cortar dos, cortar tres.
No es lo mismo darle nuestro dinero a un
banco que dárselo a las pequeñas empresas, porque en ellas trabajamos casi
todos y en el banco algunos amiguitos de los que se creen dueños de España.
No es lo mismo apoyar a los nuevos hospitales
privados que impedir a los españoles y no tan españoles que entren a un
hospital porque éstos solo generan gastos y los otros hacen bien la pelota y
seguramente algo más.
No es lo mismo restar en educación que sumar.
Pero como en la suma los que se beneficiaban eran los hijos de los
trabajadores, no pasa nada si se quedan sin estudiar.
No es lo mismo aumentar el déficit por darle
dinero a Bankia, que aumentarlo para pagarles ayudas a la dependencia a los
ancianos.
No es lo mismo la política de derecha,
conservadora y de obediencia a los poderosos que la política progresista,
respetuosa, solidaria y de apoyo al 90% de la ciudadanía.
Ya sabemos que no es lo mismo que gobierne el
PP que el PSOE y ahora se están enterando los ancianos, los trabajadores, los
maestros, los sanitarios, los inmigrantes, los jóvenes, los parados y las
mujeres.
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