Vamos a contar mentiras. Por el mar corre la liebre por el monte la sardina. Los corruptos ganando elecciones y el que los ha denunciado y los puede encarcelar, sentado en el banquillo.
Vivimos el mundo al revés y esto no solo desconcierta sino que escandaliza a todas las personas de bien.
Está demostrado que Camps, Fabra, Matas y toda la camarilla del PP han robado para enriquecerse ellos y su partido. Los jueces lo saben pero desde el principio han tratado de salvarlos. ¿Y podemos fiarnos de esos jueces cuando dicen que el que lo ha hecho mal, en la investigación, es Garzón y hay que borrarlo del mapa?
Creo que la corrupción también recorre los pasillos de los juzgados. Y que cada palo aguante su vela.
Hoy la ciudadanía tiene claro que si en una investigación se obtiene información de una forma poco ortodoxa, no se atiende, pero no se mata al mensajero. Y que si en una dictadura cruel y sangrienta se abusa y se mata a los que no piensan como el dictador, no se castiga al que lo saca a la luz pública contando los crímenes y desmanes y sus autores.
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