La legislatura del gobierno de Rajoy del PP ha sido perdida, sangrante
y un fraude total. Llevaron todos los temas sociales y laborales a los extremos
negativos jamás vistos en España y ahora hablan de recuperación y todavía no
hemos llegado a los parados que dejó Zapatero, ni a los valores del PIB que se
encontró el PP.
Peor aún porque el único grupo de parados que crece de forma constante
es el de los desempleados de larga duración. En 2014 han sido 1,4 millones las
personas que llevan tres años sin empleo.
A ello hay que unir las condiciones en las que sobreviven amplias
capas de asalariados: nueve de cada 10 contratos firmados el año pasado fueron
temporales y un tercio de ellos, además, a tiempo parcial. Su duración media no
llegó a los dos meses, y uno de cada cuatro, fue de menos de una semana. El
poder adquisitivo de los salarios ha retrocedido varias décadas y más de dos
millones de asalariados son considerados “trabajadores pobres”. Así que en
términos de empleo la legislatura perdida gracias a las políticas del PP, a las
políticas injustas, de recortes y de favorecer a los bancos y a los grandes
capitales, en perjuicio de los trabajadores, las clases, medias y las pequeñas
y medianas empresas.