Es verdad que la Constitución
Española habla del derecho a la vivienda digna y adecuada. Y
que la propiedad privada es derecho limitado por la función social, pero en la
práctica la vivienda es un bien de consumo sujeto a las leyes del mercado. Y
que el gobierno del PP, del Sr. Rajoy entiende que la vivienda es un activo
bancario y no un derecho humano. El PP no piensa en la vivienda desde la
perspectiva de las personas sino desde la perspectiva de la banca.
El PP no termina de entender ni los desahucios, ni las viviendas vacías,
tiraron a la basura la iniciativa popular de la dación en pago. No se ponen del
lado de las personas acosadas por el drama de acabar viviendo debajo de un
puente, familias que no se niegan a pagar sino que no pueden pagar porque se
han quedado sin empleo, gracias a la política económica y laboral del PP, sin
prestaciones, gracias a los recortes del Sr.
Rajoy, y sin los recursos necesarios e imprescindibles para comer cada
día.
Cuando la Junta
de Andalucía, y ahora sabemos que otras Autonomías piensan seguir el ejemplo,
se ponen manos a la obra para llevar a cabo acciones concretas para que de
verdad la vivienda sea un bien social e
imprescindible para la convivencia de las personas, se encuentra en contra al
gobierno del PP insensible y que protege a los bancos. A esos que no supieron
gestionar la economía ni las finanzas en la época de la vacas gordas y que
cuando llegaron las flacas se les inyectó 41.000 mil millones de euros para
reflotarlos y que pagaremos los ciudadanos españoles, pero estamos comprobando
que son para pagar millonarios sueldos a sus directivos y consejeros (por
casualidad son casi todos del PP), y seguir acogotando a las familias españolas
y manteniendo el crédito cerrado para las pequeñas y medianas empresas.
El gobierno de Rajoy no está por ayudar y dar solución al drama que
viven miles de familias sino por entorpecer y sobre todo a la Junta de Andalucía y por eso
ha puesto ese recurso en el Constitucional, sí en ese alto tribunal dirigido
por un afiliado y asesor del PP y del Sr. Rajoy. Y ahora querrán que nos fiemos
de la objetividad e independencia del Sr. Pérez de los Cobos.
En Andalucía hay más de 700.000 viviendas vacías y no se le quiere
quitar nada a nadie sino poner en un uso más justo y proporcionado las mismas
viviendas que se están desahuciando y otras que están en poder de los bancos,
que no venden y que en muchos casos no pagan ni la comunidad con el
consiguiente perjuicio para los vecinos que mantienen los espacios y servicios
comunes.
Pero que el PP está de parte de los poderosos ya lo sabíamos muchos,
pero ahora, sin pudor, lo hacen público cuando prefieren, por ejemplo que las
industrias farmacéuticas sigan especulando y ganando dinero por encima de los
márgenes normales en contra del pueblo andaluz que con la subasta de
medicamento nos podemos ahorrar 200 millones de gasto farmacéuticos. Y por
tercera vez va el PP con el cuento al Tribunal Constitucional a pesar de que
les han dicho en las dos ocasiones anteriores que no tiene razón de ponerse en
contra de Andalucía. Y otro ejemplo del mismo calibre es el recurso contra la
ley de la función social de la vivienda de la que estamos hablando. Prefieren
que los bancos sigan chupando la sangre de los españoles en vez de ayudar a las
familias que están al borde del abismo.
El PSOE defiende este decreto ley
porque pone en funcionamiento el fomento del alquiler y la expropiación
TEMPORAL de las más de 350.000 viviendas que tienen los bancos ociosas.
Se hará un inventario, se reforzarán las subvenciones para alquiler y
se pondrán en uso las miles de viviendas que los bancos mantienen cerradas.
La particular cruzada del PP con el adalid Rajoy, secuestrado por la
corrupción de su partido, que abanderan el apoyo a los banco, a las
farmacéuticas y a los mercados, en contra de los miles de ciudadanos que hoy
tienen que salir a la calle en defensa de sus derecho, no hará retroceder al
PSOE. Seguiremos defendiendo a los ciudadanos más castigados por la crisis y la
mala gestión del PP. Seguiremos trabajando firmemente a favor de las personas creando
nuevos instrumentos, leyes, proyectos que nos anclen al territorio ganado y no nos
haga retroceder al siglo pasado.